6.12.09

Poema del libro Dorada Apocalipsis

Clímaco Un tajo en la puerta negra Una fulgurante ascua rubia cae en el fondo Y un dolor como la espesura de un galápago se esconde Entonces vuelve el torso bronco contra el respiradero lleno de una sustancia doliente y profética que lo sostiene corazón de minero socavándose las venas entras arrechudamente como un clima inexistente con tu explosiva soledad tu filial soledad que atruena por la ventana desde un profundo y secreto polvo en la mirada Amurallado fisgón en ese sagrado momento en que la virgen se tornaba profusa difusa dueña de ti sistemáticamente rígida y azul como una flor movediza quieta como un loto en las sábanas gemelas a la vez sola apareada y cristalina que te arranca un quejido arenoso y un tosco temblor en tu discapacitada alma sin retorno te aloja en el espacio a 15 cm en un combate en un frenesí testicular que espolea tu costumbre de verte como un diácono abstrayéndote en un rincón conversando y repitiendo”tu imaginación está en tus recuerdos” y filiforme cortas las paredes como un alucinado donde lactas lo que ahora ves unos senos algodonosos que erigiste con tu edípico martillo y te apagas algo viene que suena suena golpeando tu aliento que se va del puño izquierdo al puño derecho y viceversa envuelto en un encapuchado aire que te asmea corres perturbado salpicado de herencias indeseables las palabras se tarjan al son del vaivén las balanzas se quiebran los medidores se laxan tu cuerpo es un títere en movimiento plano como un hueco donde escuchas simulaciones de voces advenimientos como un Armagedón escuchas palabras como terroncitos de ántrax diciéndote Solo posee lo que ella te quita Lo que te es esquivo lo que te está presionando desde las ingles con dolor desde las sienes con dolor desde las piernas con dolor desde las manos con dolor Posee las palabras de Juan sube a su mística escalera Drena sus plegarias Posee lo que no posees Posee la sangre sexual de la bañera Posee sus manos como un Orlof a su piano Posee lo que te es esquivo Tántalo del martillo Fisiológicamente inerte y encontrado retraído como un desuellamentes tus fluidos se detienen en el umbral de esa puerta como la sangre en el cuarto aséptico sobre las sienes volátiles de la amada y encofrado te tocas el miembro como un desgarrón Y él te poseyó como un Bela Lugosi Como un pishtako alunado cayendo sobre ti abriendo sus alas como si fueran 2 noches en tu larguísimo cuello escuchando estas palabras como si fueran campanas briosas que tañen dulcemente engrasado “Me han hablado de tu destino Clímaco Ella ha llorado y yo también Recuerdo cuántas veces los dos charlábamos y contemplábamos el sunset desde la terraza Pero tú mi huésped tan solo eres cenizas Taraceando tu alma en oscura tienda “ Y se engulló como un broche a la noche Y ella se trankó con un dolor imperfecto Y tú obreril te pusiste un martillo al cinto clavaste y desclavaste tu pequeña y triangular obsesión No eras labrador ni ovejero solo lo que el mal te encomendó ser nada elocuente cuidando tu carácter ruinoso teñido de ritos circulares de capas onduladas comiendo hostias para purificar tu lengua barriendo el templo como tu celda oscura cortando flores como acariciar a un hermano o acariciarte el falo límpido como una baya rosada y en señal de aquella sombra de aquella luz ilocalizable sorbías planetario la voluntad del error la voluntad de esta virgen amancebando su nombre y su furia como un sonido astillado Cragggggggg craggggggggggg como cabezazos a la almohada Como los pasos de la Pavlova en el Bolshoi Acta est fabula acta est fabula cuando tú te avivas por recobrar tu semblante de granito al momento en que ella pasa escondida entre el cerco de su pelo sin dilación y sin prisa sientes una emigración delgada en tu cabeza que es una dura mezquita que tus manos son dos domos sagrados que las siete plagas de que te habló Juan en un concierto de Black Sabbat se vienen con pasividad y esmero como palabras de una desgraciada generación dispersa que tú lo tatuaste en tu espalda como un robert de niro en Cabo de Miedo entonces tu pasado sale de tus bolsillos como estampitas como vampiros que hilvanan tu combo corazón y tu tristeza era una telenovela que nunca miraste tu pensamiento es un martillo constante en su lentitud y en su extensión en su bárbara tensión que en tus manos virgan Son siete siglos siete días en darle forma a la Virgen en la noche en tus hombros hay lumbres que aún respiran parpadean bajo el hollín de la iglesia bajo su techo purpúreo donde un inmenso rostro te mira contra el piso como un F15 silenciosamente derrumbándote por dentro y atacándote por fuera Hay ciertas páginas de soledad que se abren cuando se aferran tus manos a las manijas del portón de hierro como si violaras la habitación de la amada y dices Nada me pertenece nada me pertenece lo visible es necesario a lo invisible y no habrá tiempo ni en el altar ni en los refugios ni en los sótanos ni estos huesos que partiré ni estas manos que ejecutará y marchará y volverá como esos martillos de Pink Floyd The Wall Genitales al viento tiernas pústulas al sol Vouyer canino del hardcore action ladrando a una pared que se parece a tu tumbada silueta sales lobo alienado al hombre que ilícita y alevosamente se descorrió en ti copó tu espíritu y hubo obstinación impetuosidad escarceos al andar repitiendo Martillo. com Martillo. com Martillo. com Martillo. considerando el borde su metálica piedad su implacable inercia newtoniana su decente goma su tibio arco en la premura de sus ojos-pastos que vio tu fugaz abominación de donde surge un ser torpe y desmañado flaco y antiguo asido a su miembro como un topo a su noche entras como un herrero que combate contra vírgenes de abollada cabeza como un evangelión nipón pero tu aparente ancianidad te coge completamente civilizado tallando martillando dulces ligaduras brumas incandescentes y sucede como todo en la vida que estas figuras nacen crecen y aman aunque tú nunca supiste otra cosa más que vivir en soledad ¿Y cómo aplacar entonces aquella lucidez intensa? Desmontar con un cargador frontal todo el cuerpo el pasado las espesas cejas De esta virgen suplicante de su tenaz y microscópica belleza fría y fugaz como una destellada detenida en su retrato que ahora lo ves como la Virgen darwiniana de donde crees que desciendes Pero hay algo de conde de raza de empalamientos y es indecente lo que tienes tus actos niegan tus virtudes y viajan entre la corrupción entre enfermos y mendigos entre estados y países entre santos y guerreros entre jueces y guardabancos entre aquellos que llegan y se van de una ciudad a otra ciudad de una casa a otra casa de un cuarto a otro cuarto como ella que pasa de un espejo a otro espejo y miras que hay sangre en sus inmaduros pezones que hay leche en su piel de laca que hay luz entre sus piernas en su lampiño brazo rictus vegetal en sus uñas y tú danzando cuerdamente en delicada línea como el hilo vaginal de tu vecina Ríes destempladamente ríes hipócritamente rezas y finges estar de día que de noche y dices “el camino de arriba y de abajo es uno y el mismo” y coges una estaca y a lo Moisés lo conviertes en un martillo made in USA y después un martes a 20 horas y 30 minutos estás en línea y chatearás con ella No falta mucho ni poco tu cuerpo es una madeja de impulsos subterráneos queriendo estrechar otro lánguido y traslúcido espeso como una cortinada de cuchillos y el martillo el pervertido martillo relumbrando en el lecho como un beso momificado y gótiko ”la sabiduría nos enseña a morir Añoro el vacío la fantasía de lo que fue” Tú mueres detalladamente única como un mosaico bizantino Dios existe menos para los policías de criminalística Tenebris tenebris “y el amor busca consuelo en el borde de un martillo “ dice su romanza su canción que lo lanza al escenario donde gimotea junto al Ángel Heart y su crazy nights (in the city) bajo el toldo húmedo donde la yerba crece inversamente ahora cubierta de un vaho invernal lima-limón mientras apizarradas nubes colisionan entre sí en el yermo cielo Y tú estas ennegreciendo cuidadosamente Hombre y diácono Martillea esa carne partida Acércate y contempla La consumación del amor en el cuarto humeante con el husmo de la venación Y huyes con el olor de otras carnes Pero no sabes qué rumbo tomar SPEED UNA ILUMINACIÓN SÚBITA lo embauca haciéndole gruñir como un salvaje arruinado portador de un terrible animal que vegeta sobre los hombros de ella que reverbera y unánimemente se hunde en el dulce hierro de sus colmillos El mundo se convierte en sueño y el sueño en mundo y creías que pisaba terrones místicos mas no sabías que eran babas toxina mezclas mixtos todo aquello que lo distinguía como los aros en las orejas en la nariz en las tetillas Aros Aros Aros trizadas pérfidamente con tu martillo La medusante luna que baja sobre tu pelo cuando bailas como un marilyn manson como un cíber compungido por el sexo tú diácono del martillo sobre el asfalto sobre el piso de vinilo que lo refleja todo vuelves repetido e interminablemente a ser una pobre cosa intratable cuerpo dividido dentro de ella como un martillo silvestre pulsando tu vientre que anda relumbrando en el sétimo piso mientras todo vuelve a su crimen y Ella entra como una feminista en el polvo de tus huesos revolcándose entre chispas de sangre y oscureciente cifra donde la encuentro como una beatriche prensada como un clavel en tu bolsillo (Del libro Dorada Apocalypsis,2004)

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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TaniaRamírez dijo...

Poesia que canta al débil, al marginado, pone voz al que nadie le escucha, se coloca al lado del que nada tiene, sólo su vida. Convocado por la esperanza de un mundo mejor y señalando las carencias de los excluidos de la estructura económica.