29.3.10

Cartas desde la azotea.

Salí de mi atalaya cansado de hablar con Dios Me fui directo al mercado donde vi a las burkas del Ramadan Cargando frutas frescas agitando sus faldas con imágenes De edificios y alucine que eran de Nueva York Y que cada sacudida eran movimientos sísmicos y que estaban derrumbándose En mi corazón Pero ellas olían a frutas frescas De dátiles salados y confituras de Arcángeles Pero que fue de aquella que se largó hacia los campos En extraña callejuela parlando lengua de botellas estrelladas Ardiendo como un palo En privadas conjeturas? En antiguas herramientas en sánscritos inenarranable Inmensas estampidas de lagartijas Mujeres que me veían y yo las veía Allí turbando los suelos Negras como una gallina Suaves sencillas Plumas Somáticas paradas en esa piedra ocupada como si fuesen banderas que se izan al azar Purísimas de pelvis purísimas de afuera Purísimas de ayunos Purísimas de mayo Positivas En negativo Paseándose con estos ojos de perro que las mira Una y otra vez Como queriendo ser feliz Rebasándolas en todo Como un retrato De tamaño desmedido Como esta erección Oh virgen mía?

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